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CONSEJOS PARA TOMAR FOTOS COMO UN FOODIE PROFESIONAL

Realizar fotos de comidas es más que registrar un plato apetitoso. De hecho, la calidad de ellas depende de múltiples factores. Descúbrelos en estos consejos.

 

La cocina despierta los sentidos y una buena fotografía de alimentos se caracteriza por lograr el mismo efecto; abre el apetito, inspira, hace imaginar las texturas, sabores e incluso los aromas. Pero, pese a ser la protagonista, esa deliciosa preparación no es lo único importante en la imagen. Realizar fotos de comidas, visualmente atractivas, también implica atender otros factores.

Por cierto, no existe una fórmula estándar que genere la instantánea perfecta, cada plato es un mundo y lo que funcione para el anterior puede que no lo haga en el siguiente. Sin embargo, estos consejos te ayudarán a realizar un trabajo más cautivante y profesional, independiente del alimento que captes. ¡Toma nota!

1. Aplica un concepto

¿Qué vas a transmitir mediante tus fotos de comidas? Lo ideal es que busques un sentido para cada una, algo que le sirva de hilo conductor y la convierta en una poderosa proyección visual. Por ejemplo, pensemos en una receta salada hecha a partir de chocolate bitter, donde el concepto podría ser la versatilidad del cacao en preparaciones saludables y gourmet. Ello será la pauta para configurar un escenario ad hoc que conquiste a primera vista, sin quitar protagonismo al ingrediente principal.

2. Optimiza el entorno

Para los foodies con cámara, este factor debe ser tan importante como la preparación culinaria que van a fotografiar. Los detalles y cada elemento en los planos serán decisivos en el resultado, por lo mismo, es fundamental organizar la escena realizando acciones específicas, donde el concepto que hayas establecido será crucial.

Por ejemplo:

- Limpia el entorno de manchas y salpicaduras que podrían denotar falta de prolijidad.

- Define si la disposición y cantidad de los alimentos son armónicos.

- De ser necesario, cambia el plato, bandeja o fuente que contiene a la comida, para mejorar su presentación.

- Si es apropiado, incluye componentes que aporten en cada contexto (cubiertos, hierbas aromáticas, granos de café, etcétera). Elimina aquellos que generen el efecto contrario.

3. Evita las distracciones

Este punto se encuentra estrechamente ligado al anterior, porque ese sentido de la estética tan valioso en un fotógrafo gastronómico, debe ir acompañado de acciones que focalicen las prioridades. Es decir, para lograr una fotografía de alimentos majestuosa, es indispensable distinguir cuáles son los accesorios que sumarán ventajas a la narrativa, de aquellos que solo ensuciarán el entorno. Y es que claro, tal vez esas hierbas aromáticas pueden ser una maravilla dentro del encuadre A, para quebrar unacomposición monocromáticay dotarla de mayor personalidad, pero también podrían ser un desacierto dentro del B. Por eso es que se debe buscar una armonía para no caer en exageraciones al momento de decorar, ni tomar una decisión que anule el protagonismo de la comida.

4. Encuentra el equilibrio en la iluminación

La luz les da vida a las texturas y los colores. Es la que realza las características de los alimentos y permite dirigir los ojos del espectador hacia un ángulo determinado. Por cierto, el uso de la oscuridad en zonas estratégicas también ayudará a crear énfasis en la iluminación de puntos específicos. De ahí, la necesidad por encontrar un equilibrio. Ahora, lo ideal para realizar fotos de comidas es recurrir a una fuente de luz natural, pero no siempre es posible cumplir con ello, lo cual no necesariamente implica un perjuicio para la captura. De hecho, es posible encontrar diversos que también permiten funcionar bajo condiciones de iluminación difíciles y obtener excelentes resultados.

5. Define el punto de enfoque

Con ello controlarás la profundidad de campo de tu imagen, aportando una nitidez única al elemento primario sobre el que necesitas posicionar la atención del público. Tal profundidad dependerá, en parte, de la distancia focal y del grado de apertura de diafragma y entregará a tu trabajo un aspecto más profesional.

En definitiva, independiente de que sea una simple ensalada hecha en casa o el plato más gourmet de un restaurant, la clave está en el cómo lograr que esa fotografía de alimentos se convierta en una instantánea única y atractiva, potenciando la presentación culinaria. A veces será necesario incorporar nuevos recursos y otras, bastará con el poder que entrega la iluminación, pero hay algo que no cambiará, la práctica te hará crecer.

Sé creativo, experimenta, observa y repite la captura de tus imágenes hasta obtener un óptimo resultado. Ello te ayudará a destacar como un talentoso fotógrafo gastronómico, aunque aún no hayas alcanzado el nivel de experto.